¿Cuáles son los mejores fondos de inversión?

Si estás interesado en invertir, debes conocer las opciones que hay en el mercado financiero y en el mercado de capitales. ¿El problema? Hay tantas opciones, que entre fondos mutuos y fondos de renta variables, es muy sencillo caer en un enredo. Por lo mismo, te detallamos a continuación cuáles son los mejores fondos de inversión.

De lo general a lo particular

Para ayudarte, utilizaremos las tres maneras más comunes de categorizar los fondos. Así, prepárate para conocer en profundidad los tipos de activos financieros, el modo de distribución de los beneficios y las dos formas más utilizadas de gestión.

Tras esto, te sentirás más confiado al momento de invertir. No obstante, requiere algo de tiempo aprehender todas las variables existentes. Eso sí, no olvides que invertir unos minutos en conocer estas subcategorías, aumentarán tus probabilidades de éxito.

Activos financieros

Fondos de Renta Fija

Son las inversiones que se realizan con bonos, obligaciones, pagarés, repos (también conocidos como compras y ventas) o títulos de deuda pública. Su rentabilidad depende de la evolución de los activos en los que se invierte, los cuales pueden fluctuar positiva o negativamente, según los tipos de interés.

Además, existen los activos de renta fija a corto (mercado monetario), medio y largo plazo (mercado de capitales). Por ende, el perfil del inversor es conservador, ya que su objetivo es obtener rentabilidad con el mínimo riesgo posible.

Fondos de Renta Variable

Estos tipos de fondos son mucho más arriesgados que los de Renta Fija. La cartera de inversión con rentas variables considera distintas divisas, acciones e índices bursátiles. Por ende, el retorno de la inversión se relaciona de cómo va el negocio invertido.

Dos principios fundamentales de los Fondos de Renta Variable son su capacidad de diversificación, lo que permite reducir el riesgo de la cartera, y los dividendos que reparten anualmente las empresas a sus socios y copropietarios.

Fondos de Inversión Garantizados

Si deseas invertir casi sin riesgos, los Fondos de Inversión Garantizados son para ti. ¿Cuáles son? Aquellos en que una sociedad administradora garantiza total o parcialmente el capital invertido.

Para fijar la rentabilidad, la inversión está asociada a la evolución de algún tipo de índice. Sin embargo, no se garantizan indefinidamente, ya que la administradora general de fondos puede cambiar las condiciones preestablecidas, lo que entrega posibilidades muy variadas.

Fondos de Reparto

A diferencia de los fondos que buscan acumular capital a través de los intereses, y así seguir invirtiendo de manera indefinida, la gracia de los Fondos de Reparto es su lógica de premiar a los inversores, a través de los dividendos que la compañía va generando en el tiempo.

¿Cuál es la ventaja de distribuir de esta forma los beneficios? Es que te aseguras de recuperar una parte de tu inversión, la que es posible recibirla cada mes o también semestral o trimestralmente. Así, los riesgos son menores ante una baja en el mercado, por lo que tu caída nunca será demasiado arrolladora.

Fondos de Capitalización

Como ya lo mencionamos en el punto anterior, los Fondos de Capitalización son lo opuesto a los Fondos de Reparto, debido a que su mayor objetivo es la acumulación. En este caso no hay un reparto de las ganancias de manera periódica, sino que ellas se reinvierten en el patrimonio del fondo.

¿Por qué existe esta opción? Pues su fundamento es fomentar la participación de cada inversionista. En otras palabras, los Fondos de Capitalización buscan aumentar el capital, a través de las fieles aportaciones de cada miembro.

Formas de gestión

Por último, queremos mencionar dos maneras diferentes de gestionar tus inversiones. Muy similar a los modos de distribución, existen dos maneras contrapuestas, pero cada una tiene beneficios según los intereses y necesidades específicas.

Fondos de Gestión Pasiva

Como su nombre lo indica, los Fondos de Gestión Pasiva no buscan remecer el mercado, sino replicar los índices de referencia o benchmark. Esto se hace a través de sociedades gestoras o vía autónoma, y su objetivo es conseguir una rentabilidad media acorde al estado de la economía. Asimismo, este tipo de gestión se utiliza tanto para renta variable como para renta fija.

Fondos de Gestión Activa

Aquí, lo que se busca es diversificar la cartera, e ir invirtiendo en diferentes activos con el propósito de maximizar la rentabilidad, y al mismo tiempo, minimizar los riesgos. Por esto, generalmente la sociedad gestora va cambiando con frecuencia la combinación de los activos en los que invierte. Al igual que en los Fondos de Gestión Pasiva, dicho método es efectivo para las rentas variables y fijas.